Correr con perro

Desde hace unos años se está poniendo de moda volver a hacer ejercicio regularmente. 
Muchos con el efecto de 'la crisis', que ahora usamos como pretexto para todo lo que hemos cambiado en nuestra vida, han decidido dejar el gimnasio y ponerse a correr por el parque.


A mi me encanta correr. Lo hace desde hace varios años (más de dos, lo mío no tiene que ver con el efecto de la crisis ni del verano). 



Empecé con mi primer perro.

Decidí salir a correr con él, pero entre mis 16 años y sus 8 ninguno de los dos estábamos muy por la labor de correr más de cinco minutos seguidos. Así que tuve que pedir ayuda a mi padre, que experiencia en entrenar y correr, tiene un poco.


Después aprendí a ir sin él. Pero siempre con mi perro.

Salir a correr te relaja, te evade, y aunque suene paradójico, también te deja descansar. Dicen que salir a correr sólo es más relajante, pero a veces salir a correr no es tan placentero y divertido como os cuento, y la pereza es mayor a las ganas de hacer ejercicio, y o bien no salimos a correr, o ese último kilómetro decidimos hacerlo paseando, tirando nuestro orgullo por la borda.
Sin embargo, si vas con un acompañante, sea una hermana o un perro (no comparo a mis hermanas con mi perro, pero sí que son los que más compañía me hacen durante el ejercicio), los días más 'flojos' se vuelven igual de divertidos que los de más energía.


Salir a correr con tu mascota, tiene muchas ventajas. 



Empezando por el hecho de que los perros son corredores natos. Ellos no corren por bajar de peso, no corren con un número de kilómetros en la cabeza. Ellos disfrutan corriendo. A veces también a ellos les da pereza correr, pero no por el hecho de hacer ejercicio, si no porque correr significa no poder pararse en cada árbol ni oler cada esquina. Por lo tanto, ellos nunca van a saltarse el entrenamiento ni la hora de salir a correr.


Según un reciente estudio de la Universidad de Michigan, las personas que salen a correr o simplemente a caminar con sus perros tienen un 34% más de probabilidades de abandonar la vida sedentaria y practicar más de 150 minutos de actividad física a la semana que la gente con otros animales o ninguno. "Un perro puede hacer más por nosotros que una cinta de correr", asegura Rebecca A. Johnson, coautora del estudio Walk a Hound, Lose a Pound sobre cómo perder peso, mantenerse en forma y divertirse junto a nuestras mascotas. Siempre teniendo en cuenta que los entrenamientos no deben sustituir nunca a las salidas a la calle, que deben producirse al menos dos veces al día.


Los perros son animales de costumbres, por lo tanto nos van a ayudar casi incluso nos obligan, a cumplir el 'plan de entrenamiento', o de hacer ejercicio.

No obstante, no sólo él debe hacer algo por nosotros:

  • Deberías esperar a que crezca--> Es mejor esperar a que el perro esté bien formado y su cuerpo se haya desarrollado completamente. En razas grandes puede tardar un poco más que en las pequeña. El ejercicio excesivo puede dañar las articulaciones del animal, dando enfermedades musculoesqueléticas crónicas con el tiempo. 
  • Mejor unas razas que otras--> Todos los perros pueden practicar deporte aunque es más aconsejable en unos casos que en otros. Al ser un ejercicio que para ellos no es demasiado exigente, cualquier perro puede acompañarnos a correr, no obstante, sí que hay razas que estarán desde el principio mejor adaptadas que otras como perros de pastoreo, perros de caza que estarán mejor adaptados por norma general, que perros de nariz más chata como los bulldogs o los carlinos, o algunos perros de tamaño muy pequeño, que pueden tener más dificultad que otros para realizar ejercicio sobretodo a nuestro ritmo.
  • No corras al sol --> Los perros, al contrario que nosotros, no transpiran y no tienen la misma capacidad de termoregulación. Sus únicas glándulas sudoríparas están en las almohadillas de las patas, y su refrigeración a través de la lengua y del jadeo. El riesgo de un 'golpe de calor' cuando sales a correr por el Sol a altas temperaturas, no sólo es importante para ti sino también para él. Estos 'golpes de calor', se producen por un importante y brusco aumento de la temperatura corporal que puede llegar a resultar mortal. Hay especialistas que recomiendan no salir con más de 20 grados a correr con ellos, y en ese caso llevar siempre una botella de agua.
  • Visita al veterinario--> Al igual que nosotros, nuestras mascotas también deben ir al ‘médico de cabecera’ regularmente. El ejercicio intenso puede causar lesiones en nuestro perro, y es importante hacer revisiones regulares para asegurarnos de que todo esté bien, ya que puede pasársenos algo por alto. ¡Saber que está en plena forma tanto por dentro como por fuera es una tranquilidad para todos!
  • Espera para darle agua--> Es importante que beban, pero no debemos dar de beber (ni de comer) a nuestro perro, cuando está muy nervioso. Hay animales que cuando tienen sed, al igual que nosotros se ‘abalanzan’ sobre su cuenco para beber. Si a nosotros nos sienta como una piedra en el estómago el agua fría en grandes cantidades de forma rápida, a los perros aparte de eso, puede provocarles una dilatación, con o sin torsión, del estómago en cuestión de horas.    
  • Elige bien la superficie--> Se puede correr por cualquier sitio, pero siempre se recomienda, tanto para ellos como para nosotros, correr por zonas blandas. El asfalto, o la tierra muy dura o pedregosa, puede llegar a abrasar y dañar las almohadillas de nuestra mascota. Para tus y sus articulaciones es mejor correr sobre tierra o a veces incluso sobre césped, siempre y cuando tengamos cuidado de no meter el pie en un agujero…
  • Entrena de forma gradual--> Como ya he comentado, el primer día que salí a correr aguanté literalmente 4 minutos, que fue lo que duró una canción. Los perros tampoco pueden ni deben correr el primer día todo lo que aguanten. Se empieza a entrenar y a hacer ejercicio gradualmente. Pueden correr más que nosotros, pero ellos también tienen que acostumbrarse a correr y a coger fondo. Un entrenamiento progresivo, les ayuda también a endurecer las almohadillas poco a poco para evitar lesiones.         
  • Cuida sus almohadillas--> El entrenamiento progresivo suele ser más que suficiente para lograr que se endurezcan aunque también es recomendable lavarlas un trapo tibio y jabón. De esta forma evitaremos que la suciedad de la carretera penetre entre sus dedos causando irritación e incluso infecciones.       
  • Controla su alimentación--> Igual que con la bebida, es importante controlar la comida. El animal no debería de comer antes de hacer ejercicio, ni tampoco inmediatamente después de realizarlo. Hay que esperar un rato tras el ejercicio, para evitar que coman con demasiada ansiedad, y que sufran además de alteraciones gástricas o hinchazón.
  • Descansad--> Nuestras mascotas tienen mucha más tolerancia al ejercicio pero ya que nosotros no debemos salir a correr todos los días, ellos también deben descansar.
... Y no te olvides de la bolsa para los excrementos y de que tu perro debe ir
 atado durante el ejercicio, ya que el parque es de todos y además de ‘runner’, como lo llaman ahora, eres también ciudadano y debes respetar las normas básicas de convivencia. Además de esta forma nos ahorraremos multas innecesarias.


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