'Los propietarios siempre mienten'

Para algunos es el 'pan de cada día', es decir, su frase o pensamiento diario.
Muchos veterinarios y/o educadores tienen a menudo esa frase en mente:
Observan al propietario del animal con ojos inquisitivos, como si se tratase de un detective que debe resolver un enigma.


No voy a negar, que en cierto modo es así: toda persona que trata con animales hace cierto trabajo de detective, siguen pruebas y signos que nos ayudan a llegar a un resultado.
Se trate de síntomas o de conductas, la falta de habla de nuestras mascotas y pacientes no nos facilita el trabajo.
Con esto no quiero decir que el trabajo del veterinario se deje en manos de la suerte (abordaremos este tema en una futura entrada) , no quiero que nadie lo malinterprete, no obstante, es obvio que su labor muchas veces se ve reducida debido a la falta de comunicación.

Los propietarios somos la voz de nuestras mascotas, sea el animal que sea. Convivimos con ellos, trabajamos con ellos, le queremos, cuidamos e intentamos entenderles. Por eso la conversación con el propietario tiene a menudo más importancia que la exploración veterinaria en sí.

Pero, ¿qué hacer cuando el propietario, al no haber estudiado veterinaria, ha pasado por alto signos clínicos importantes? ¿qué hacer si el propietario no está 24 horas con su mascota, si hay más familiares que se ocupen del animal, o si simplemente tiene otra forma de entender el lenguaje de su animal?

Ahí está el origen de la famosa frase entre veterinarios: 'los propietarios siempre mienten'.
No nos mienten conscientemente, no todos al menos.

El propietario nos da la información que puede con los conocimientos que tiene, algunos mejor otros peor, algunos pecan por exceso y otros por falta de información. No obstante, a veces los clínicos olvidamos que no es deber del propietario saber los puntos claves que debe mencionar, si no que es trabajo del veterinario junto con el propietario ir haciendo poco a poco el camino.

Como propietaria, como familiar y amiga de propietarios, sé que a veces no es fácil ser objetiva e ir enumerandó signos y síntomas clínicos.
Como amiga y familiar de propietarios, ajenos al mundo de la medicina, sé que a veces, los veterinarios, damos cosas por sentadas que muchos desconocen, ya que, obviamente no es su deber ni mucho menos saber todo eso, al igual que nosotros no podríamos responder a las preguntas técnicas de un arquitecto.

Hay propietarios que mienten, porque tienen miedo a ser culpables de la enfermedad del animal.
Hay propietarios que mienten, porque son mentirosos, sin más.
Hay propietarios que mienten, sin saber que lo hacen, simplemente distorsionan la realidad del animal porque tienden a humanizar su situación y enfermedad.

Con esto desmiento el mito de algunos profesionales sobre el falso papel que se les da a los propietarios de mascotas, y propongo intentar hacernos los unos a los otros el trabajo más fácil cooperando unos con otros.

Soy propietaria y veterinaria, por lo tanto he 'mentido' y he tenido que indagar. Cómo dice mi madre: 'que tire la primera piedra el que esté libre de pecado'.

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1 Comentarios:

supongo que hablando se entiende la gente y observando se entiende a los animales.
Muy chula la foto de P y M en Romanones.

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