Llevo varios meses con el Blog en 'standby' como dicen, lo que no significa que me haya olvidado ni mucho menos.

Estos últimos meses me han servido para darme cuenta de muchas cosas en el ámbito profesional. 

Llevo ya un año siendo veterinaria. Un año y cinco meses desde que pisé por última vez las aulas de la universidad, las consultas del hospital y los pasillos de todos aquellos edificios. 

Cuando uno acaba la carrera, sea la carrera que sea, parece que el mundo se te va a caer encima. Te asustas frente ese letrero que dice: RESPONSABILIDAD, en mayúsculas y con letras luminosas.

Al poco tiempo pasas a la siguiente fase y crees que el mundo está hecho para ti. 

Todo lo que acabas de aprender, hasta la última clase de la peor asignatura de repente sientes que sirve para algo y quieres emplearlo al momento, o quieres saber cómo poder emplearlo.

No sé cuando pasé a la segunda fase. Recuerdo que me estanqué en la primera durante mucho tiempo.

Veterinaria es una carrera de vocación. Es una carrera de ensueño, que estudias y cuando acabas pues... acabaste. Sin más.

Desde el primer mes sabes que no estudias para ser rico, ni tampoco para tener una vejez tranquila asegurada. Sabes desde la primera semana que probablemente no tengas tiempo ni de tener un animal.

'¿Eres veterinario y no tienes mascota? Que raro, ¿no te gustan los animales?'. Mi perro se dio cuenta de eso antes que yo, y aguantó gracias a la colaboración familiar.

Este último año me ha servido para darme cuenta de lo que es realmente ser veterinaria. 

No curas animales sin más. No aprendes un lenguaje que no está reconocido, sin más. 

Veterinaria esconde muchas cosas.

Esconde risas, esconde mentiras, esconde solidaridad, esconde tonterías, esconde vergüenza, esconde honor. 

En un año he aprendido a trabajar sola y a fiarme de mi misma, he conocido a más gente de la que imaginé. Aprendí a estar a gusto en un trabajo que no me gustaba. He aprendido a montar un negocio, y a organizarme una consulta. He metido la pata y he hecho cosas bien. He emprendido y he 'desemprendido'.

En un año he intentado buscar un sitio y me he encontrado con cientos de ellos.

Este Blog se llama 'Historias de una Veterinaria', así que empecemos a contar historias para que la gente vea lo que es este oficio.