El perro, el mejor amigo de la embarazada

El perro es el 'mejor amigo del hombre y de la mujer', por lo tanto esto también incluye a las embarazadas.

Es un hecho confirmado por científicos britñanicos:

Carri Westgarth, doctora en la Universidad de Liverpool, ha estudiado los beneficios de convivir con perros en 11.000 embarazadas.

¿Cuál es la conclusión? 

Las gestantes amantes de los perros tienen un 50% más de posibilidades de realizar los entre 20 y 30 minutos de ejercicio diario que les recomiendan los especialistas, y de reducir así el riesgo de padecer sobrepeso.

 

Las caminatas al aire libre son un ejercicio sano durante la gestación. "El perro motiva a las mujeres para que salgan de paseo, incluso durante su embarazo, y así las ayudan a realizar la actividad física que necesitan en su estado", dice Westgarth. 

Ayudan a dismunuir el riesgo de alteraciones cardíacas, reducen el estrés y por tanto, nos haen reír y sonreír más.

Como ya mencioné en textos anteriores, perros y gatos también tienen un papel importante en la salud de los bebés, una vez que nacidos. De tal forma, que niños que disfruten de la compañía de perros o gatos, crecerán más sanos y fuertes, desarrollando su sistema inmune.

...Desmintiendo algunos mitos acerca de los riesgos para la salud de una mujer y de tener animales...

Sobre la toxoplasmosis en mujeres embarazadas y gatos

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria, que puede ser peligrosa para el futuro bebé, en caso de que resulte infectado durante el embarazo. 

Me gustaría aclarar unas cuantas dudas y aportar algún que otro consejo.

¿TENGO QUE DESHACERME DE MI GATO?

No.

Seguramente habrás oído decir que las heces de un gato son una fuente importante de toxoplasmosis, pero eso no quiere decir que tengas que deshacerte de tu gato. Aunque sí que tendrás que tomar algunas precauciones adicionales que antes no tomaras.

Los felinos son un refugio natural para este parásito, que se reproduce en sus intestinos. 

Un gato puede infectarse con toxoplasmosis al comer presas infectadas o carne que no se ha cocinado lo suficiente, o al beber leche no pasteurizada o agua contaminada.

• Haz que otra persona limpie su caja de arena y que lo haga a diario
• Aliméntalo con comida especial para gatos o con restos de comida bien cocidos
• Mantén al gato lejos del mostrador de la cocina y de la mesa en donde comes